ALGUNHAS ANÉCDOTAS

Aos nenos e nenas de 3ºA gústoulles falar das súas anécdotas, por iso  escribiron algunhas.

 Mi anécdota fue así: el día que fuí a la casa de mis primos, estabamos jugando y le dije yo a Elena

-nos  escondemos?

-vale, dijo.

Y nos escondimos debajo de las camas. Su madre nos llamaba y no dijimos nada, pero mi hermano buscó por toda la casa y nos encontraron. Despues nos escondimos en el armario pero tambien nos encontraron.

Brais

Cando   meu   irmán  era un bebé e eu tiña dous anos dicidín darlle de comer as pezas  dun puzzle co  que eu estaba xogando. Eu fun ver a tele tranquilamente e o meu irmán empezou a toser, miña mai foi ver que pasaba. Colleu a Juan no colo  e empezou a vomitar as pezas ,casi se afoga pola  miña culpa. Eu díxenlle a mamá  que solo queria  darlle de comer. Non  me reñiron  porque non sabáa  que iso era malo.

Karla 

 

Cuando era pequeña mi madrina me dijo: Hola María ¿Qué tal? Y yo dije: Bien, con el culete a salvo. 

María 

Un día, mi madre y yo llevamos a nuestra perra Gea al veterinario. Cuando salimos, Gea se chocó con el coche y tuvimos que volver al veterinario porque nos parecía que se había hecho un chichón. Cuando la vió Mª José, la veterinaria, nos aliviamos un montón; nos dijo que era un pequeño chichón que se curaría pronto y que a los perros no les duele nada.

Madina 

 

Cuando yo aún no naciera, mi hermana Teresa fue de viaje con mis padres y fueron a un restaurante. Mi hermana hizo una guerra de comida y mis padres pasaron mucha vergüenza.

Nuria 

 

Un día cuando me fuí del parque me encontré con Bárbara y su perrito Coco y fueron a mi casa.

Bárbara tomó un café y yo comía el bocadillo. Como estaba apampada con la tele se me escurrió de las manos y se lo comió su perro ¡Que lambón!

Iria F
 

Cuando era pequeña yo me escondí detrás de la puerta del salón. Una vez, cuando mi madre me iba a dar el biberón, me fue a buscar pero no me encontraba.

Se asustó tanto que llamó a mi hermana y a mi padre para que le ayudaran. 

Me buscaron por las habitaciones, por la cocina y por el salón pero afortunadamente no por detrás de la puerta.

Cuando pasó un  rato me encontraron llena de polvo porque me revolcara en el suelo.

Ana Rapa